miércoles, 3 de octubre de 2007

vacaciones urbanas sin hacer turismo




Hace un par de semanas atrás estaba muy agotada. el cuerpo me pedía a gritos, "vacaciones" y a mi me apetecía irme lejos de esta Barcelona y descansar. Era como si mi relacion con la ciudad hubiera llegado a un punto en el cual necesitabamos respirar y distanciarnos un tiempo. Pero quería descansar de verdad; nada de irme a una ciudad en plan turista porque me encontraba muy agotada y lo que necesitaba era dormir mucho. A cualquier persona con un poco de lógica se le ocurriría irse al mar o la montaña a un lugar tranquilo y descansar.
Dentro de mi lógica particular, tenÍa tres opciones: casa frente al mar con familiares muy conversadores, (no deja mucho espacio para el tipo de descanso que yo quería); casa en el pueblo sin mar ni montaña, (tendría a mi madre con su comida casera, pero cada vez que iba a ese pueblo me entraba el agobio, así que pase de ir) y finalmente me quedaba cambiar de ciudad, a Madrid, (ya sé que una ciudad que es capital de un país no es el lugar idóneo para relajarse, pero contando que allí vive el único familiar que me dejaría descansar sin darme conversión, fue lo que elegí).

Normalmente soy el tipo de persona que si visita una ciudad como Madrid, necesita visitar sus museos y exposiciones y recorrer, visitar lugares conocidos. Pero para mi suerte, era la segunda vez que visitaba esta ciudad, donde ya había recorrido todo lo que me interesaba de Madrid.

Así que no tuve ningún problema y puede dedicarme a descansar sin remordimientos culturales.

He dormido muchisimo y me he dado unas vueltas por la ciudad, pero pocas, solo para airearme y no sentirme tan encerrada. Pero lo pase bien acompañada y haciéndole mimos a un perro super lindo, (Puck).

Lo mas importante es que con estos días de vacaciones aprendí a disfrutar del tiempo sin tener horarios, ni rutinas; sin pensar en que tengo que hacer o sentirme culpable por pensar que de esa forma estaba malgastando mi tiempo. Salí de mi rutina habitual y frecuente otros lugares y personas que no suelo ver en mi día a día. Y eso me sentó fenomenal.

Una de las cosas que más me gusta de salir de Barcelona es que después del 4 día ya la hecho de menos. Y al volver la disfruto otra vez como se merece.



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