sábado, 14 de abril de 2007

reflexiones sobre el artista I


Hace ya un tiempo conocí a una chica que me presentaron porque teníamos algo en comun: ambas eramos artistas; o al menos ella había descubierto la pintura como instrumento para sentirse mejor y yo en cambio sabía lo que quería desde muy pequeña.
Al conocerla e intercambiar palabras me di cuenta de algo sobre nosotros que no me habia parado a reflexionar.

Cuando comence a explicarle ciertas teorías sobre el arte, o mejor dicho, sobre la historia del arte, ella me miró maravillada como esos niños que acaban de descubrir un tesoro; el tesoro del conocimiento. Rapidamente le expliqué que si sabía eso era porque lo había estudiado recientemente (y aun estaba fresco en mi memoria), pero además, que lo recordaba por el simple hecho de que era algo que me interesaba saber, me inquietaba como persona y como artista.

Aquel encuentro me hizo reflexionar mucho al respecto. Pensar hasta que punto es necesario que un artista tenga conocimientos culturales. A simple vista se podría pensar que no es necesario porque algunos dirían que lo que hace falta es tener el talento y ponerlo en practica. Sin embargo, pienso que un artista tiene inquietudes y esas inquietudes le llevan a estudiar más allá, a ir en busca del saber. Por esa razon algunos decidimos ir a una escuela o a la universidad para poder ampliar nuestros conocimientos culturales, para seguir buscando.

El hecho de descubrir cosas nuevas para uno, de estudiar lo desconocido, nos ilumina, nos quita barreras al intelecto, nos amplia la mente hasta donde nosotros queramos. Un artista tiene el privilegio de empaparse de conocimientos intelectuales y culturales sin ningun tipo de prejuicios.

Pensé que esa chica aun estaba por descubrir el mundo que yo venia estudiando y conociendo desde hacia ya muchos años. Y siempre que coincidimos me recuerda el camino que sigo, y lo que somos o en lo que nos estamos convirtiendo.

No hay comentarios: