martes, 29 de mayo de 2007

vacaciones relampago y otros eventos festivos del montón


Unas vacaciones, aunque sean pequeñas es lo que necesita el cuerpo para recuperarse del stress. Normalmente uno va a la playa o algún lugar tranquilo a relajarse, y en otros casos aprovechas cualquier evento que se te presente en el camino para escaparte unos días del mundanal ruido; o en el mejor de los casos, meterte en un bullicio diferente del acostumbrado. La ocasión que se presentó eran dos eventos familiares, pero valía perfectamente como excusa para abandonar unos días la ciudad condal, cambiar aires y renovar energía. Empecé mi viaje un poco raro con algunos incidentes en el camino, como recibir medio billete en el cajero de un banco, (el cual no diré nombre porque ya me han arreglado el incidente). Al llegar a destino me encontré con las típicas organizaciones de eventos que te enloquecen porque llegas y te ponen tareas para hacer, pero nadie te pregunta si las quieres hacer, cosa que me parece obligatoria, porque nadie puede obligarte a nada que no quieras hacer, y si dices que no quieres, te miran como si fueras la mala de la película y seguramente dirán a tus espaldas que no eres buena porque no hiciste nada.

De todas formas, mire la situación y cuando lo vi prudente, me escaqueé y me fui por ahí a disfrutar de mis vacaciones. Aunque en realidad les hicimos un bien a toda la gente, (no me fui sola, me fui con Jorge y Kris) porque nos llevamos a mis sobrinos al cine y seguro que lo agradecieron mas que si hubiéramos hecho otra cosa, jejje. El final salio todo muy bien y no hubo que lamentar nada, todos fueron felices y lo pasaron bien. Y yo volví a la ciudad condal con mas energía y con ganas de marcha otra vez, jeje.

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